Las prácticas de la carrera de Medicina cada vez cobran más protagonismo en las universidades españolas y empiezan más pronto, en algunas incluso ya en tercer o cuarto curso. Los alumnos rotan durante unas semanas por los distintos servicios del hospital para que, cuando llegue sexto, puedan pasar más tiempo en una determinada especialidad, que en muchos casos es a la que se terminarán dedicando durante el resto de su vida. Por eso, ante tanta oferta, los facultativos rebosan de ilusión cuando un estudiante decide volver a elegir su servicio en el último año de la carrera.
Esto es justo lo que le ha ocurrido a Irene Sánchez Vadillo, una hematóloga del Hospital Universitario La Paz, en Madrid, que ha decidido contar su experiencia en redes sociales.