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Expertos reunidos en el Congreso de Pamplona analizan hoy cómo está evolucionado el manejo de los pacientes con mieloma múltiple (MM), especialmente por las novedades aparecidas en los últimos años en el diagnóstico, seguimiento y tratamiento de esta enfermedad.

Los moderadores de esta mesa son los Dres. Enrique M. Ocio, del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Santander, y Albert Oriol Rocafiguera, del Hospital Universitario Germans Trias i Pujol de Badalona (Barcelona). En el simposio participan los doctores Norma Gutiérrez Gutiérrez, del Complejo Asistencial Universitario de Salamanca (que habla ‘Del cariotipo a la NGS en el mieloma múltiple’), Javier de la Rubia Comos, del Hospital Universitario y Politécnico La Fe de Valencia (quien aborda los ‘Avances en el diagnóstico y monitorización del mieloma múltiple’) y Niels van de Donk, del University Medical Center Utrecht (Países Bajos) (que responderá a cuestiones clave sobre la inmunoterapia). En esta mesa también se expone la mejor comunicación oral en gammapatías monoclonales.

Según resalta el Dr. Ocio, “el abordaje y el tratamiento de los pacientes con MM ha cambiado de una forma esencial en los últimos años”. Por una parte, destacan los avances en las técnicas de diagnóstico y seguimiento; por otro lado, se ha producido un gran desarrollo y aprobación de nuevos tratamientos. En este sentido, “el Grupo Español de MM ha contribuido de forma muy relevante a esta mejoría”, destaca el jefe de Servicio de Hematología del Hospital Marqués de Valdecilla.

Nuevas técnicas de análisis genético

Uno de estos avances procede de las nuevas técnicas de análisis genético, como la Next Generation Sequencing (NGS). Estas técnicas han permitido profundizar en el conocimiento de las bases biológicas que subyacen en el desarrollo de esta enfermedad y permiten una mejor estratificación del pronóstico. Además, el mejor entendimiento de las alteraciones responsables del MM y de su evolución en el tiempo es previsible que tengan en el futuro una gran importancia a la hora de seleccionar el tratamiento adecuado para un determinado paciente, en la habitualmente conocida como Medicina Personalizada o de Precisión. Sin embargo, es importante reseñar que “las técnicas convencionales, como la FISH, siguen siendo de total actualidad y aplicabilidad para los pacientes”, asegura el Dr. Enrique Ocio.

Diagnóstico y monitorización del MM

Respecto a los avances en el diagnóstico y monitorización del mieloma múltiple, el Dr. Javier de la Rubia, subraya sobre todo el estudio de la enfermedad residual mínima, es decir, la respuesta de máxima calidad a los tratamientos administrados. El experto del Hospital Universitario y Politécnico La Fe de Valencia afirma que “las técnicas de laboratorio convencionales no son suficientes para obtener esta información, así que es necesario poner en marcha el estudio en médula ósea mediante técnicas o bien de citometría de flujo o de biología molecular”.

“La electroforesis (la técnica de laboratorio que utilizamos habitualmente en sangre y en orina) tiene poca sensibilidad, por lo que se está haciendo hincapié en una técnica mucho más novedosa: la espectrometría de masas. También en muestras de sangre es capaz de medir con mucha más sensibilidad y ‘finura’ la concentración de la proteína responsable de la enfermedad. Posiblemente en el futuro, el seguimiento de los pacientes se realizará con este tipo de técnicas”, explica este especialista.

El progreso de la imagen en MM

Además, el Dr. de la Rubia analiza las novedades que hay en el progreso de la imagen en el estudio del paciente con mieloma. “Se ha conseguido estandarizar la medición de las respuestas con las técnicas PET/TC, y se ha profundizado mucho en nuevas técnicas de resonancia magnética (difusión, cuerpo entero). Todos estos elementos contribuyen a una mejor medición de la respuesta a la enfermedad”.

Respecto al futuro de la imagen, el especialista del Hospital La Fe apunta la posibilidad de “crear técnicas unificadas de PET y resonancias simultáneas, con el mismo aparato, sin necesidad de implementar dos técnicas en dos momentos distintos”.

El estudio de nuevos marcadores de la PET al detectar enfermedad residual permitiría obtener información que no se detecta con los utilizados hoy en día. “En definitiva, se trata de ‘refinar’ lo máximo posible una medición adecuada de la respuesta de la enfermedad para garantizar que el tratamiento que estamos administrando realmente funciona”, concluye el Dr. de la Rubia.

La revolución terapéutica

No menos importantes han sido los avances en el tratamiento de esta enfermedad, con hasta 14 nuevos fármacos aprobados en las dos últimas décadas. Entre ellos, destacan los inhibidores del proteasoma, los inmunomoduladores o los anticuerpos monoclonales anti-CD38. “Estos fármacos y sus combinaciones han cambiado de forma radical la supervivencia y la calidad de vida de los pacientes con MM en estos años. El desarrollo de nuevos tratamientos sigue muy activo y, de hecho, fármacos con nuevos mecanismos (como selinexor, belantamab mafodotin o melflufen) han sido ya aprobados por las agencias regulatorias, aunque no estén aún disponibles para su uso en España”, informa el Dr. Ocio.

Por último, “la aparición y el desarrollo de la inmunoterapia, como las células CAR-T o los anticuerpos biespecíficos, ha proporcionado nuevas estrategias seguras y muy eficaces para nuestros pacientes”, confirma el especialista. Aunque hasta ahora se han evaluado fundamentalmente en monoterapia en pacientes tras muchas líneas de tratamiento, el futuro de estas estrategias se encamina a utilizarlas en líneas más tempranas, donde tanto el paciente como la enfermedad están en mejores condiciones, y a explorar las mejores combinaciones con los tratamientos estándar que permitan optimizar su eficacia.

Javier de la Rubia

Enrique Ocio