Page 5 - Boletin SEHH Marzo - Abril 2020
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            Y tras ello, felicidad. Después de haber sido po- sitivo para el dichoso SARS-CoV-2 (el virus que produce la COVID-19), no puedo describir la sen- sación de alegría cuando la 2a PCR que me hicie- ron el pasado 8 de abril resultó ser negativa. Tras siete días asintomático, con la impaciencia de un lobo enjaulado, lo primero que hice fue ir a la co- cina donde estaba mi mujer para fundirme con ella en un abrazo inolvidable al que rápidamente se unieron mis hijos. Sólo otros pacientes que ha- yan pasado este infierno pueden entenderlo bien, pero quisiera transmitir esta sensación a to- dos los demás, que pronto podrán hacer lo mis- mo con sus amigos y los familiares que tengan lejos ahora. Cuando esto pase, así será.
No puedo terminar sin hablar de lo que ahora siento al volver la vista atrás: tristeza y rabia. Tris- teza por los que se fueron y por el impacto que esta crisis nos va a dejar, y rabia por lo que hemos hecho mal. Por lo que se podía haber hecho bien y no se hizo. Por los errores. Por los bulos. Por la culpabilización. Por la insolidaridad de algunos. Y lo digo porque sólo se puede corregir lo malo si lo reconocemos. Porque de lo malo tenemos que aprender para convertirlo en bueno. Porque no podemos dejar que nuestro sistema sanitario
vuelva a enfrentarse a otra crisis en estas circuns- tancias, tarde y sin medios. Porque tenemos que volver a invertir en salud y reconocer que el SNS, tan alabado en muchos aspectos, tiene que reci- bir un nuevo impulso y salir de ese estado en el que empezaba a languidecer.
En resumen, desde mi punto de vista personal, como ciudadano de Salamanca, casado y padre de cinco hijos, no podemos vivir con miedo. Ante las adversidades hay que pelear contra ellas como se pueda, sufriendo en la habitación de un hospital, haciendo tu trabajo o encerrado en tu casa, sabiendo que al final las superarás y lo disfrutarás con tus seres queridos. Y desde mi punto de vista profesional, como presidente de la SEHH-FEHH, y tratando de representar a to- dos los hematólogos de nuestra sociedad cientí- fica, tenemos que aprender de los errores, co- rregirlos e invertir más en nuestro sistema sani- tario, para que todos volvamos a sentir que tenemos uno de los mejores sistemas sanitarios del mundo, si no el mejor.
Un afectuoso saludo para todos.
 



























































































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