Page 15 - Boletin SEHH Marzo - Abril 2020
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  entrevista
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          En 2018, recibiste una de las Becas de Investigación FEHH, ¿cuáles son los pun- tos principales sobre los que gira el pro- yecto?
Nuestro proyecto intenta descifrar las alte- raciones genómicas que se encuentran en pacientes con linfoma folicular (LF) en dife- rentes situaciones clínicas e histológicas. Para ello, tomamos muestras de ganglio linfático de en torno a 100 pacientes con LF y llevamos a cabo técnicas para el aná- lisis de alteraciones en el número de co- pias (CNA) y secuenciación masiva de nue- va generación (NGS por sus siglas ingle- sas), con un panel que estudia más de 120 genes importantes en la biología del linfo- cito B. Actualmente, nos encontramos en la fase de análisis de los resultados, pero el objetivo inicial era encontrar alteraciones genéticas que predigan el comportamien- to clínico (la necesidad de tratamiento o la duración de la respuesta al tratamiento de primera línea) o se asocien con las caracte- rísticas histológicas del tumor (componen- te de linfoma agresivo en la muestra al diagnóstico).
De los producidos recientemente, ¿qué avances destacarías en el diagnóstico del LF?
La genómica ha proporcionado informa- ción valiosa que ha permitido entender mejor cómo se desarrolla esta neoplasia, y
qué rutas participan en su transformación a un linfoma agresivo. De hecho, se ha in- corporado información genética para la creación de un nuevo índice pronóstico (m7-FLIPI), que permite refinar la clasifica- ción de los pacientes y adaptar las estrate- gias terapéuticas. También es de interés el
Es esencial que haya organizaciones que apuesten por darnos a los jóvenes la oportunidad de dedicar un tiempo en exclusiva a la investigación
uso del ADN tumoral circulante, o biopsia líquida, para obtener información sobre el perfil genético del tumor, especialmente en aquellos casos en que no sea posible ob- tener material de una biopsia ganglionar.
¿Y en su tratamiento?
En los últimos años han aparecido datos prometedores sobre la utilización de nue- vos anticuerpos monoclonales anti-CD20,
como obinutuzumab, y de fármacos inmu- nomoduladores, como lenalidomida, en el tratamiento de los pacientes con LF, tanto en primera línea como en recaída. Esto permite imaginar un futuro no muy lejano en el que esta neoplasia se trate de mane- ra homogénea con regímenes libres de quimioterapia. Sin embargo, es importan- te ser cauteloso a la hora de cambiar los paradigmas de tratamiento y basarse en evidencia sólida, aprendiendo al mismo tiempo a manejar las toxicidades propias de los nuevos fármacos. Además, el trata- miento con células CAR-T abre una puerta esperanzadora para pacientes, por ejem- plo, en casos en que la toxicidad del tras- plante alogénico sea inasumible.
¿Hacia dónde se dirige la investigación en este campo?
En los próximos años, esperamos que se identifiquen factores pronósticos que permitan predecir el comportamiento clí- nico de los pacientes con LF, intensifican- do el tratamiento en aquellos con marca- dores de mal pronóstico, con el objetivo de conseguir una supervivencia prolon- gada, y minimizándolo en aquellos con una enfermedad muy indolente, para re- ducir la toxicidad. En este sentido, profun- dizar en la genómica del LF puede ayudar a caracterizar mejor ciertas entidades que histológicamente no están bien defini-
  




















































































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