Page 10 - Boletin SEHH Julio - Agosto 2023
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estos pacientes. Además, determinadas tecnologías nos permiten hacer un segui- miento de la EMR en nuestros pacientes y, por lo tanto, ajustar el tratamiento de man- tenimiento a largo plazo en función de ello.
¿Cuáles son los retos de futuro del TPH?
El TPH no solo goza de buena salud, sino que sus resultados de supervivencia y mejor cali- dad de vida le vaticinan una larga vida. Ayu- da a mejorar de forma significativa el pro- nóstico de nuestros pacientes. Entre otras innovaciones reciente, se han identificado nuevos moduladores de la EICR en la última década, lo que ha supuesto una revolución en el desarrollo de nuevas profilaxis frente a este problema. También está habiendo me- joras muy llamativas en el acondicionamien- to (quimioterapia y/o radioterapia previa al TPH). En este sentido, es particularmente in- teresante el desarrollo de algunas estrate- gias por centros, como la de City of Hope Cancer Center, en California, donde son pio- neros en el desarrollo de la irradiación me- dular y nodal total, que básicamente permi- te intensificar la dosis de radioterapia en los órganos afectados por la enfermedad en pacientes con hemopatías malignas (gan- glios y médula ósea), incrementándose la eficacia del TPH, por un lado, y reduciendo la dosis de radiación que llega a los órganos vi- tales, por otro. Más eficacia y menos toxici- dad. Puede ser una de las estrategias que
permita seguir mejorando los resultados del TPH en el futuro. Todo esto está haciendo de este procedimiento algo más amable y se están desarrollando, en consecuencia, pro- gramas de TPH domiciliario, que permiten que el paciente realice gran parte de este procedimiento en su casa.
El TPH no solo goza de buena salud, sino que sus resultados de supervivencia
y mejor calidad de vida le vaticinan una larga vida
¿Qué avances importantes se esperan en los próximos años en materia de convi- vencia entre el TPH y la terapia CAR-T? En primer lugar, tengo que subrayar que la terapia CAR-T es probablemente la terapia más disruptiva que se ha desarrollado en los últimos años, no solo en la hematología sino en toda la medicina. En el corto plazo, esperamos que se use más allá de la leu- cemia aguda linfoblástica, los linfomas y el mieloma múltiple. Hay numerosos ensa- yos clínicos en pacientes con tumores sóli-
dos y parece que hay signos evidentes de eficacia en investigaciones preliminares. Más allá del cáncer, creo que aportará tan- to o más de lo que está aportando ahora en pacientes con enfermedades autoin- munes. En este sentido, esperamos que sea posible el desarrollo de un ensayo clíni- co prospectivo y multicéntrico a nivel na- cional en pacientes con nefritis lúpica. En cualquier caso, el desarrollo de esta terapia CAR-T tiene sus raíces en el propio TPH alogénico, que nos muestra cómo los lin- focitos del donante son capaces de gene- rar un efecto antitumoral, capaces de ata- car y destruir células tumorales residuales en el paciente; es decir, el efecto de injerto contra leucemia. Es sobre este concepto sobre el que se asienta todo el desarrollo de la terapia celular en la que se basa la terapia CAR-T. Por decirlo de alguna ma- nera, el TPH sería la terapia celular 1.0 y la terapia CAR-T sería la terapia celular 2.0. Y estoy seguro de que vendrán más y mejo- res versiones.
A fecha de hoy, es probable que el uso de la terapia CAR-T en pacientes con linfo- ma ya esté teniendo un impacto en el nú- mero de estos pacientes que se someten a TPH autólogo, que estaría disminuyendo. Esto podría tener el mismo impacto, a me- dio plazo, en pacientes con mieloma múlti- ple. Sin embargo, no estaría repercutiendo en las cifras de TPH alogénico en pacientes
  























































































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