DOSIS REALES DE SANDIMMUN NEORAL
Ò NECESARIAS PARA ALCANZAR NIVELES SÉRICOS TERAPÉUTICOS NO TÓXICOS DE CICLOSPORINA A (CSA) EN EL ALOTRASPLANTE DE PROGENITORES HEMATOPOYÉTICOS (ALO-TPH).H. Cano, F. Ruiz, C. Vallejo, A. González, I. Heras, F. de Arriba, JM Moraleda, V. Vicente.
S. Onco-Hematología. Hospital General Universitario M. Meseguer. Murcia.Fundamentos: La CsA es un undecapéptido cíclico de origen fúngico empleado en el alo-TPH para la prevención y el tratamiento de la enfermedad injerto contra huésped (EICH) por su capacidad inhibitoria de la inmunidad celular. En la mayoría de los esquemas terapéu-ticos, la CsA se inicia a 1,5 mg iv/kg/12h, pasándose a vía oral (vo) una vez que la tolerancia del paciente lo permite. Clásicamente, la dosis de CsA vo (SandimmunÒ ) necesaria para mantener niveles terapéuticos era el cuádruple de la dosis iv (6 mg vo/kg/12h) (factor de conversión clásico = 4). Sin embargo, desde el inicio del empleo de la nueva forma farmacéutica de CsA vo (Sandimmun NeoralÒ ) en 1.995, el nuevo factor de conversión (FC) no es bien conocido, motivo por el que nos planteamos el presente trabajo.
Pacientes y método: Fueron valorables 39 de los 43 pacientes sometidos a alo-TPH en nuestro Centro durante el periodo Enero’96-Marzo’00. La mediana de edad fue 37 años [16-59] y de peso 71 Kg [50-94]. La CsA se administró a 1,5 mg iv/kg/12h desde, al menos, 24 horas antes de la infusión de los PH. La mediana de inicio de la CsA vo (Sandimmun NeoralÒ ) fue el día + 25 [15-42]. El FC empírico empleado para el cambio a vo fue >2 en 72% de los casos (grupo A), >1-< 2 en 18% (grupo B) y 1 en 9% (grupo C). Las dosis de CsA iv y vo se ajustaron, a partir de la inicial, en función de toxicidad y niveles séricos. La muestra para la determinación de niveles se extrajo a las 10-12 horas de la última dosis de CsA (trough levels); la técnica empleada para su cuantificación fue RIA. En este trabajo analizamos retrospectivamente el FC real (dosis de CsA vo con las que los pacientes alcanzaron niveles séricos terapéuticos sin toxicidad relevante / dosis iv que estaban recibiendo antes del cambio).
Resultados: En el proceso de cambio de CsA iv a vo se produjo toxicidad (renal, hepática y/o neurológica) en los siguientes casos: 31 de 32 (97%) en el grupo A, 6 de 7 (86%) en el grupo B y 1 de 4 (25%) en el grupo C. Una vez ajustadas las dosis de CsA necesarias para el mantenimiento de niveles terapéuticos sin toxicidad relevante comprobamos lo siguiente: las dosis necesarias de CsA fueron 1,45 mg iv/kg/12h [0,7-2] y 1,35 mg vo/kg/12 h [0,7-2,2] (FC real de 1 [0,7-1,7]). Cuando comparamos los 8 casos cuyo FC real fue <1 frente a los 31 casos con FC real ³ 1 observamos que el 1er grupo tenía una mediana de edad mayor que el 2º: 40 [34-59] versus 35 [16-53] (p<0,05).
Conclusión: Las dosis de CsA iv necesarias para el mantenimiento de niveles terapéuticos no tóxicos fueron virtualmente idénticas a las teóricas (1,45 vs 1,5 mg/kg/12h), mientras que las dosis requeridas de Sandimmun NeoralÒ fueron muy inferiores a las clásicas. Éstos datos indican que el empleo de dosis de Sandimmun NeoralÒ similares a las de CsA endovenosa consiguen niveles terapéuticos del fármaco, a la vez que evitan toxicidades relevantes.