TERCER TRASPLANTE ALOGÉNICO SEGUIDO DE INMUNOTERAPIA CON G-CSF+IL-2 EN UN PACIENTE CON LMA
D Caballero, MI González-Fraile, L Vázquez, C Cañizo, JA Pérez-Simón, M González, R García-Sanz, R López-Pérez, C López, R Hernández, JF San Miguel. Servicio de Hematología. Hospital Clínico Universitario. Salamanca.
El pronóstico de los pacientes que recaen tras trasplante alogénico es muy pobre. Una buena opción es potenciar el efecto injerto contra leucemia utilizando inmunoterapia con GM.CSF+ IL-2, como aquí proponemos.
Un paciente varón de 38 años, fue diagnosticado de LMA-M1, con citogenética normal, en junio/1997. Se consiguió RC tras segunda línea de quimioterapia con Mitoxantrone+VP-16, y dado que tenía donante HLA idéntico, fue sometido a trasplante de CPSP, con régimen mieloablativo (Busulfan+Ciclofosfamida), y usando como profilaxis de EICH Metotrexate y Ciclosporina (CSP). En el día +63 desarrolló EICHa, con buena respuesta a tratamiento, y en el día +210 EICHc. La primera recaida se evidenció en el día +218, y ante la ausencia de respuesta a la retirada de la Ciclosporina, se planteó un segundo trasplante del mismo donante, pero con régimen no mieloablativo (Fludarabina y Melfalan), dada la coexistencia de EICHc y de tuberculosis. Como profilaxis de EICH se utilizó sólamente CSP. Tras el segundo trasplante desarrolló EICHa grado II, que nuevamente respondió a tratamiento específico. En el día +148 se evidenció la segunda recaida, y se inició ARA-C sc. a bajas dosis como tratamiento paliativo, pero 14 días más tarde los blastos desaparecieron de médula ósea, y dado el buen estado general, se planteó tercera infusión de CPSP del mismo donante, sin régimen de acondicionamiento (estaba aplasiado) y sin profilaxis de EICH. En el día +1 se inició inmunoterapia con GM-CSF, y cuando alcanzó >20 000 plaquetas, se asoció IL-2, combinándola con GM-CSF una semana al mes. Esta tratamiento se mantuvo hasta el día +66, en que se suspendió debido a un episodio de fiebre y trombopenia, siendo reiniciado en el día +102, y suspendido definitivamente en el día +135, debido a un episodio similar al previamente descrito.
Actualmente, un año tras el tercer tasplante, el paciente sigue en RC (EMR<0,0014%, quimerismo completo), con ECOG-1, aunque con EICHc extenso en tratamiento con CSP.
Como conclusiones podemos obtener las siguientes: 1)la utilidad de los regimenes no mieloablativos para rescatar pacientes en recaida temprana tras trasplante alogénico, 2)la complejidad del efecto injerto contra leucemia, que no funcionó a pesar del desarrolo de EICHa y EICHc tras el primer trasplante, ni a pesar de EICHa en el segundo, pero si lo hizo utilizando GM-CSF e IL-2 tras la tercera infusión.