PLASMOCITOMA SOLITARIO: PRESENTACIONES ATÍPICAS
Antelo ML, Gorosquieta A, Pérez Equiza E, Uriz MJ, Orue MT, Hurtado G, Sala F,Gastearena J.
Servicio de Hematología y Hemoterapia. Hospital de Navarra. Pamplona.
FUNDAMENTOS: Los plasmocitomas solitarios son tumores de células plasmáticas que se presentan como una lesión aislada ósea o extramedular aparentemente localizada.
PACIENTES: Caso 1: Varón de 58 años remitido para estudio por presentar una gammapatía monoclonal. Clínicamente asintomático. La exploración mostraba únicamente una pequeña tumoración en glande, cuyo estudio anátomo-patológico planteó el diagnóstico diferencial entre linfoma y plasmocitoma anaplásico. Componente monoclonal (CM) IgG kappa: 3,4g/dl; resto de inmunoglobulinas normales, Bence-Jones negativo. Medulograma, biopsia coxal y serie ósea normales. En la gammagrafia ósea se observaban múltiples focos de hipercaptación en distintas localizaciones óseas, realizándose biopsia de uno de ellos con el diagnóstico de plasmocitoma anaplásico. El paciente fue tratado con radioterapia local y poliquimioterapia falleciendo a los 6 años. Caso 2: Varón de 71 años que ingresa por Púrpura Trombocitopénica Idiopática, detectándose una pequeña banda monoclonal IgG kappa de 1,2 g/dl, resto de Inmunoglobulinas normales, Bence-Jones negativo. En la radiografía (RX) de torax se observaba una imagen no osteolítica, sugestiva de quiste óseo aneurismático en 4º arco costal izquierdo (en probable relación con traumatismo previo); siendo la serie ósea y la gammagrafía normales. En el medulograma no se observan células plasmáticas. En controles posteriores el CM permanece estable. A los 2 años el paciente presenta dolor torácico, por lo que se realiza una RX de torax y un TAC torácico donde se objetiva una imagen osteolítica con masa de partes blandas en 4º arco costal izquierdo. Se realizó PAAF de la masa con el diagnóstico de plasmocitoma. El CM era de 1,6g/dl, IgA e IgM normales, Bence-Jones negativo. El medulograma fue normal y la serie ósea y la gammagrafía descartaron afectación a otros niveles. En la actualidad el paciente está siendo tratado con Radioterapia local.
CONCLUSIONES: 1º- El interés del primer caso radica en la rareza del plasmocitoma de pene, ya que revisada la literatura no hemos encontrado ninguna referencia sobre plasmocitomas extramedulares de esta localización. Y en segundo lugar creemos que la gammagrafía ósea debe incluirse como prueba obligada en el estudio de plasmocitomas aparentemente solitarios, ya que puede ser determinante para detectar enfermedad diseminada. 2º- El 2º caso muestra la dificultad diagnóstica que supone la interpretación de las pruebas radiológicas. Además de este hecho, la falta de progresión del CM de nuestro paciente supuso una demora de 2 años en el diagnóstico. Finalmente subrayar también la rareza de la asociación entre el plasmocitoma y la PTI.