NEOPLASIAS LINFOIDES Y SÍNDROMES PARANEOPLÁSICOS NEUROLÓGICOS.

J Delgado1, E Toribio2, A Miralles2, D Hernández1, MC Fernández1, B García1, MJ Aguado1, E Ojeda1, JGª Bustos1, F Hernández-Navarro1.

Servicios de Hematología y Hemoterapia1 y Neurología2, H.U. La Paz, Madrid.

 

(SPN) suponen el 1% de las complicaciones neurológicas de los pacientes con cáncer. Preceden al diagnóstico del tumor en un 75% de los casos y a menudo los síntomas neurológicos son más invalidantes que los propios del proceso oncológico. Tienden a asociarse con determinados tumores, siendo bastante infrecuente su asociación con neoplasias linfoides. Dentro de éstas, las más frecuentes son la enfermedad de Hodgkin (EH) seguida del linfoma no-Hodgkin (LNH). En esta comunicación presentamos 3 casos de SPN asociados a neoplasias linfoides (dos LNH y una EH).

Pacientes y Resultados: Entre 1994 y 1999, dos pacientes diagnosticados de LNH y uno de EH desarrollaron concomitantemente los siguientes SPN: opsoclonus-mioclonus, degeneración cerebelosa cortical subaguda y encefalitis límbica (LNH B intestinal pleomórfico de célula grande); opsoclonus-mioclonus, degeneración cortical cerebelosa cortical subaguda y polineuropatía sensitivo-motora subaguda (LNH B de bajo grado centrocítico-centroblástico); y encefalomielitis aguda cortical y cerebelosa (EH subtipo esclerosis nodular grado II). En todos los pacientes se descartó convenientemente la existencia de invasión tumoral directa o metastásica, infecciones oportunistas y complicaciones metabólicas. Además, en todos los casos la clínica neurológica apareció antes del diagnóstico del tumor y, por lo tanto, antes de recibir fármacos antineoplásicos. Por esta razón, se descarta también la toxicidad farmacológica como agente etiológico. Finalmente, en todos los casos la clínica mejoró, al menos parcialmente, tras el tratamiento específico de la neoplasia de base, lo cual apoya aún más el diagnóstico de SPN.

Conclusiones: Los SPN son una manifestación rara de las neoplasias linfoides. Sin embargo, a menudo los síntomas neurológicos preceden en su aparición a las manifestaciones debidas al proceso hematológico. Por lo tanto, ante la aparición de uno o varios de estos cuadros clínicos, es preciso descartar la existencia de una neoplasia linfoide subyacente.