ANÁLISIS MOLECULAR DEL IMPLANTE DE PROGENITORES HEMATOPOYÉTICOS MEDIANTE PCR-STR Y CUANTIFICACIÓN DE LOS POLIMORFISMOS POR SECUENCIACIÓN AUTOMÁTICA.

E. Muñiz-Diaz, S. Brunet*, C. Martinez, R. Martino*, N. Rodriguez, C. Canals*, M. Arilla, I. Badell**, A. Salar*, E. Rámila, C. Pastoret, J. Sierra*, P. Madoz.

Servicios de Hemoterapia, *Hematología clínica y **Pediatría. Hospital Sant Pau. Barcelona.

 

Introducción. Entre los métodos empleados para el análisis del quimerismo hematopoyético tras el trasplante alogénico se ha impuesto el estudio de los polimorfismos genéticos presentes en el DNA repetitivo y, más concretamente, en las secuencias repetidas en tándem (STR). Su pequeño tamaño permite la detección simultánea de varios alelos mediante una PCR "multiplex".

Objetivo. Presentar los resultados obtenidos tras la puesta a punto de una técnica de PCR-STR y cuantificación de los polimorfismos por secuenciación automática (ABI Prism) en un total de 102 muestras procedentes de 47 pacientes tratados con trasplante alogénico de progenitores hematopoyéticos (alo-TPH) de donante HLA idéntico.

Métodos. De los 47 pacientes, 19 recibieron un alo-TPH procedentes de médula ósea (MO)(3 con depleción de linfocitos T) y 28 de sangre periférica (SP)(15 con depleción de linfocitos T y 13 no deplecionados, incluyendo 8 minialo-TPH y 1 microalo-TPH). Para amplificar las regiones repetidas STR hemos empleado un kit (AmplflSTR Profiler Plus Loci) que analiza 9 STR y un segmento del gen de la Amelogenina que permite discriminar el cromosoma X del Y. En el paciente tratado con un microalo-TPH se analizó el quimerismo en poblaciones celulares puras de neutrófilos y linfocitos T (método inmunomagnético Minimacs).

Resultados. La media de polimorfismos informativos ha sido de 5 (rango 0-8). En 2 de los 3 pacientes (LMC) tratados con alo-TPH de MO deplecionada se detectó una quimera mixta (QM) coincidiendo con una recaída hematológica, revertiendo a quimera total (QT) tras infusión de linfocitos del donante. En 3 (LAM) de los 15 pacientes tratados con alo-TPH de SP deplecionados se detectó también QM coincidiendo con una recaída, 2 de los cuales fallecieron y el tercero revertió a QT tras infusión de linfocitos del donante. De los 8 pacientes tratados con minialo-TPH, 7 se encontraban en QT 1 mes después del trasplante y 1 en QM; en 2 de los primeros (1 LLA, 1 LMA) se detectó un cambio a QM coincidiendo con recaída y éxitus. La paciente tratada con microalo-TPH (LMC) presenta una QT en la población de neutrófilos y una QM en la de linfocitos T 1 mes después del TPH.

Conclusiones. La sensibilidad de la técnica de STR, unida al alto grado de informatividad que supone el análisis de múltiples alelos, hace de ella el método de elección para el seguimiento del implante, especialmente en los casos de trasplante con regímenes de acondicionamiento no mieloablativos y en la valoración de la respuesta al tratamiento en las recaídas de la enfermedad.