APLICACIÓN DE UN SISTEMA EXPERTO DE REVISION Y VALIDACIÓN DE HEMOGRAMAS EN EL ANALIZADOR HEMATOLOGICO GEN´S (BECKMAN-COULTER).
J.Villarrubia, L.Escribano, J.L.Velasco, R.Rodriguez, P.Martín, J.L.Moncada, E.Ordoñez, J.L.Navarro, A.Bentahar*. Servicio de Hematología, Hospital Ramón y Cajal (Madrid); *IZASA S.A. (Madrid).
Fundamentos y objetivos.
La necesidad de optimizar los recursos existentes, está obligando a los laboratorios clínicos a aumentar su capacidad productiva con el fin de abaratar los costes, a la vez que se les exige unos criterios de calidad cada vez más estrictos. Los laboratorios de hematimetría están procesando cada vez más muestras con el consiguiente aumento del tiempo que se dedica a su revisión y validación. El analizador hematológico GEN´S (Beckman-Coulter) incorpora un sistema experto de revisión y validación de hemogramas basándose en los resultados numéricos, alarmas morfológicas de sospecha, datos demográficos del paciente y del peticionario, delta-check, etc. lo que nos permite establecer unas reglas y criterios de validación automática, de forma que en cada hemograma aparecerá escrito lo que el técnico debe realizar (revisar gráficas, diluir, recuento manual, avisar urgente al peticionario, avisar al hematólogo, etc.), y recogiendo estos hemogramas en un archivo especial que validará el hematólogo. El resto serán validados de forma automática.
Métodos.
Basándonos en este sistema hemos diseñado alrededor de 60 reglas de validación que hemos ido adaptando a las exigencias de nuestro laboratorio durante varios meses.
Resultados.
Un 75% de los hemogramas son validados de forma automática, lo que nos permite centrarnos en el 25% restante. De aproximadamente 1 hora y 30 minutos que dedicábamos a la revisión de resultados de unos 450 hemogramas diarios, hemos pasado a unos 25 minutos al día.
Conclusiones.
La adopción de sistemas automáticos de validación de hemogramas es fundamental cuando se trabaja con un gran número de muestras. Esto aumenta considerablemente la calidad de los resultados al disminuir el tiempo de respuesta, disminuir el error humano, unificar los criterios de revisión independientemente de quien revise y poder adaptar estas normas a las exigencias del laboratorio en cada momento, lo que nos conduce a una mejora continua de la calidad de los resultados.