ESTUDIO DE LOS CROMOSOMAS DICÉNTRICOS EN LA HEMOPATÍAS MALIGNAS

M. Sierra, N.C. Gutiérrez, J.L. García, M.B. González, S. Pérez, 1J. Hernández, 2F. Ramos, M.A. Hernández, P. Fernández, J.M. Hernández.

Servicio de Hematología. Hospital Universitario de Salamanca; Centro de Investigación del Cáncer (CIC), Universidad de Salamanca-CSIC. Hospital General de Segovia. Hospital Virgen Blanca de León.

 

OBJETIVOS: Estudiar la incidencia de cromosomas dicéntricos en las neoplasias hematológicas y las características clínicas y biológicas de las hemopatías con estas alteraciones.

MATERIAL Y MÉTODOS: Se exploró la existencia de cromosomas dicéntricos entre un total de 1692 enfermos con neoplasias hematológicas al momento del diagnóstico: Leucemia mieloblástica aguda (LMA) 376, Leucemia linfoblástica aguda (LLA) 125, Síndromes mieloproliferativos (SMP) 456, Síndromes mielodisplásicos (SMD) de novo 453, Síndromes mielodisplásicos secundarios 10, Mieloma múltiple (MM) 120, Síndrome linfoproliferativo (SLP) 72 y Linfoma no Hodgkin (LNH) 80; que fueron remitidos a nuestro centro entre 1994 y 2000, para estudio citogenético. En todos ellos se realizaron técnicas de citogenética convencional con bandas G.

RESULTADOS: Se detectaron 14 cromosomas dicéntricos (dic) en 13 de los 1692 pacientes (0,8%): 4 con MM (uno de ellos con 2 dic) (3.3%); 3 SMD secundarios (30%); 3 SMD de novo (0,7%); 2 LMA (0,5%) y 1 LNH-B (1.3%). Ningún SMP ni SLP presentaron cromosomas dicéntricos. La mediana de edad fue de 71 años (49-85) y la de supervivencia de 3,5 meses. Los cromosomas más frecuentemente implicados fueron el 1 (7 de 13 casos: 54%) y el 7 (5 de 11 casos: 45%). Todos los cromosomas dicéntricos estaban incluidos dentro de cariotipos complejos excepto dos correspondientes a SMD secundarios que presentaban la t(1;7)(q11p10), uno de ellos como única alteración. En todos los MM el cromosoma 1 formaba parte de los cromosomas dicéntricos.

CONCLUSIONES: La incidencia de cromosomas dicéntricos en las hemopatías malignas es variable; en los SMD secundarios es superior al 10%, mientras que en los SMD y SLP es nula. Su presencia se asocia con mal pronóstico.